lunes, 4 de mayo de 2015

Tavener: del aliento a la contracultura

Es generalmente aceptado que la música es el resultado en 10% de la inspiración y en 90% de la transpiración, es decir, del trabajo constante; pero ese minoritario porcentaje de donde brota la creatividad es en las obras de  Sir John Tavener la simiente del peculiar éxtasis que producen.

Tavener fue uno de los compositores británicos más importantes del siglo XX. Murió en 2013, a la edad de 69 años, dejando un repertorio inundado por la inspiración mística, lo que no sería raro si hubiera vivido en el siglo XII pero haberlo creado en el siglo más ateo de la historia nos ayuda a ubicarlo como un personaje contracultural.

Contracultura en la 2ª mitad del Siglo XX era rechazar la razón como modo único de conocimiento y tratar de experimentar y desarrollar todo el potencial creativo, imaginativo, sensitivo y espiritual. Al respecto dice Tomás Marco, compositor y ensayista español,  que “…este tipo de acercamiento a lo espiritual resultaba novedoso en el contexto de las vanguardias puesto que el pensamiento musical de la modernidad había sido tan abstracto que a penas si hay en sus productos algún rastro de pensamiento religioso”.

El misticismo en la música busca revelar ideas religiosas de cualquier tradición humana, incluso esotéricas y tiende provocar furor espiritual en el oyente. Aunque Tavener profesó el Cristianismo Ortodoxo de la Iglesia Rusa, no se limitó a obtener inspiración de esa fuente teológica, también fue influenciado por Frithjof Schuon, autoridad mundial en materia de filosofía, misticismo y espiritualidad; por Santa Teresa de Lisieux; por el artista plástico Cecil Collins y su esposa Elizabeth y por la poetisa rusa Anna Akhmatova entre muchas otras personas y filosofías.

The Protecting Veil es una obra emblemática de éste tipo de repertorio, recibe aliento de los íconos Marianos, está concebida como íconos sonoros, cada uno de los cuales alude a pasajes de la vida de la Virgen María. El primer movimiento, El Velo Protector, nos remite a la protección de los fieles a través de la intercesión de Nuestra Señora Santísima Theotokos, una de las advocaciones más importantes de la Iglesia Ortodoxa Rusa. Los demás movimientos están dedicados a la natividad de la Madre de Dios, la Anunciación, la Encarnación, el lamento de la Madre de Dios ante la cruz, la Resurrección, la Dormición y una conclusión que de nuevo evoca El velo protector inicial.

No hace falta la mediación religiosa o artística para intuir un espíritu común en el universo, para regocijarse en lo amoroso de la naturaleza, para conectarse con lo que cada quien concibe como Dios, ah, pero cómo ayuda escuchar música mística para lograrlo. ¿Será que ese aliento guarda y transporta la esencia de aquello que lo origina?

The Protecting Veil junto con la famosa Fantasía sobre un tema de Thomas Tallis, el Concierto para oboe en La menor de Ralph Vaughan Williams y la Suite Capriol de Peter Warlock, también compositores británicos, serán interpretados el 21 de Mayo por la City of London Sinfonia ¡nada menos! en el Teatro Bicentenario de León, habrá que escucharlo para sentir qué nos inspira ésta música.

[Versión original de artículo publicado por Liz Espinosa Terán en la Revista Cultural Alternativas de Mayo de 2015]